Tal vez sea necesario, para comprender las distintas teologías que compitieron durante la Antigüedad y la Edad Media, conocer el marco cosmológico en el que se desarrollaron. El paradigma cosmológico es uno y el mismo en todas ellas, paradigma que vemos también en los Evangelios, lo que varía es la manera de resolver la relación del Cosmos con Dios. Pues bien, se trataba de un mismo Cosmos formado por Esferas Celestes, en cuyo centro se encontraba la Tierra, la Esfera más pequeña, luego siete Esferas planetarias la rodeaban, unas dentro de otras, y finalmente, la Esfera de las Estrellas Fijas, la octava esfera, también llamada la Ogdóada. Las nueve Esferas (la Tierra, las siete Esferas Planetarias y la Octava Esfera), estaban unidas por un Eje inclinado respecto del Ecuador Celeste, el Axis Mundi, que las hacía girar a distintas velocidades. La Tierra permanecía fija e inmóvil, la Esfera más veloz era la octava, la Esfera de las Estrellas, que en un día realizaba una rotación completa. Los Planetas recorrían un Camino Celestial formado por las doce Constelaciones del Zodíaco; la Esfera que más rápidamente recorría el Zodíaco era la de la Luna, luego Mercurio, Venus, el Sol que lo recorría en un año completo, luego Marte, Júpiter y el planeta más lento Saturno. Esta construcción procede de los filósofos, con anterioridad a ellos el paradigma cosmológico era otro.
Cosmología egipcia
Tras el orto helíaco de la estrella Sirio, en el período más caluroso del año, el Nilo iniciaba su crecida, e inundaba todo el valle. Cuando las aguas volvían a su cauce, en la estación de peret, el Nilo iba dejando tras de sí un limo negro, tremendamente fértil, lleno de vida vegetal y animal, pequeños brotes verdes, infinidad de insectos y larvas blancas asomaban por aquella tierra negra, que daba nombre al país de Quemit. El río obedecía al cielo, en una región de escasas lluvias, donde el sol luce sin descanso. El río y el sol serán los dos elementos fundamentales de la cosmología faraónica. Si había un río terrestre, tenía que existir un río celeste, del cual el terrestre era la copia. La Vía Láctea es una mancha blanca luminosa que recorre la bóveda celeste, y de la cual parecen nacer todas las estrellas, era el Duat que recorre el cuerpo de Nut, el Cielo, una mujer arqueada, en cuyo vientre tenía lugar la transfiguración del Sol. Durante el día, el Sol recorre el cuerpo de Nut, su madre. Por la mañana, al amanecer, desde la región de luz, Ajet, al Este, el Sol es parido por Nut como Heper, el escarabajo símbolo de la transformación, al medio día el sol en su cenit es Ra, la plenitud de la luz. Y ya por la tarde, el sol es Atum, el principio original, padre de todos los neter y creador de todo. Atum será tragado por Nut a las puertas del Amenti, el Occidente. Osiris el señor del Amenti, gobernaba el más allá, donde se producen las metamorfosis, por eso era representado con una corona blanca, símbolo de la pureza lunar, momiforme, como la crisálida de la mariposa o la ninfa del escarabajo, y con el rostro unas veces negro y otras verde, símbolos del limo donde se genera la vida y del verde germinante. Osiris es, sobretodo, el neter de las metamorfosis, y su reino, es un gran metabolismo, el Duat, lugar de formación de las estrellas. A lo largo de las doce horas de la noche, el Sol recorre en barca el río celeste, el Duat, donde experimenta su metamorfosis, y cada mañana renacía como Heper, el transfigurado.
Cosmología mítica griega
“En primer lugar existió el Caos. Después Gea la de amplio pecho, sede siempre segura de todos los inmortales que habitan la nevada cumbre del Olimpo. En el fondo de la tierra de anchos caminos existió el tenebroso Tártaro. Por último, Eros, el más hermoso entre los dioses inmortales, que afloja los miembros y cautiva de todos los dioses y todos los hombres el corazón y la sensata voluntad en sus pechos… Gea alumbró primero al estrellado Urano con sus mismas proporciones, para que la contuviera por todas partes y poder ser así sede siempre segura para los felices dioses.” (Hesiodo, “Teogonía”). Gea tenía, para los griegos, las mismas dimensiones que su hijo el Cielo, y en lo más profundo de su vientre se encontraba el tenebroso Tártaro, lugar de las muchas moradas. Tras la guerra entre los dioses Olímpicos y los dioses Titanes, estos fueron echados a las profundidades del Tártaro, donde fueron encadenados, y encerrados tras broncíneas puertas, en la primera de las moradas del Tártaro, la prisión de los Titanes. También la Noche y el Día tenían allí su palacio, así como los gemelos Hipnos, el Sueño, y Thánatos, la Muerte. Pero la más ilustre de las moradas del Tártaro era sin duda la de Hades y su esposa, la temible Perséfone, pues allí son acogidas las almas de los difuntos. “Cuando esté en trance de morirse hacia la bien construida morada de Hades, hay a la diestra una fuente y cerca de ella, ergido, un albo ciprés. Allí, al bajar, las ánimas de los muertos se refrescan. ¡A esa fuente no te allegues de cerca ni un poco! (se trata de la fuente de letheo, del olvido). Pero más adelante hallarás, de la laguna de Mnemósine (la diosa de la memoria) agua que fluye fresca. Y a su orilla hay unos guardianes. Ellos te preguntarán, con sagaz discernimiento, por qué investigas las tinieblas del Hades sombrío. Di: “Hijo de Tierra soy y de Cielo estrellado; de sed estoy seco y me muero. Dadme, pues, enseguida, a beber agua fresca de la laguna de Mnemósine. Así que, una vez hayas bebido, también tú te irás por la sagrada vía por la que los iniciados avanzan, gloriosos.” (Tablillas órficas).
El nuevo paradigma cosmológico
La filosofía desde el comienzo se fijó en el cosmos, intentando dar una explicación a los fenómenos celestes. Anaximandro y los pitagóricos serán los primeros en dar una descripción del cosmos, pero no será hasta el siglo IV que Platón y Aristóteles den la descripción del cosmos que perdurará hasta Copérnico. Al final del diálogo “República”, Platón explica las visiones del Más Allá que tiene Er, un guerrero que muere y vuelve a la vida. En dicho mito, Platón describe como las almas ascienden por primera vez a un Cielo, formado por Esferas hasta la Bóveda Celeste, sujetas todas por un eje, el Axis Mundi, en torno al cual giran las ocho esferas, siete planetarias y la octava Esfera de las Estrellas Fijas. Todo el conjunto representa la armonía celeste: “en lo alto de cada uno de los círculos estaba una sirena que giraba junto con el círculo y emitía un solo sonido de un solo tono, de manera que todas las voces, que eran ocho, concordaban en una armonía única.” Aristóteles, más realista, se ve obligado a aumentar el número de esferas de éter para explicar los movimientos irregulares de los planetas: “Y puesto que las esferas en que éstos se desplazan son ocho por un lado y veinticinco por otro, y las únicas que no es necesario que sean arrastradas para atrás son aquellas en que se desplaza el planeta situado más abajo, las que tiran de los dos primeros hacia atrás serán seis y, de los cuatro siguientes dieciséis. Y el número de todas, de las que los transportan más de las que tiran hacia atrás de ellas, cincuenta y cinco.” (“Metafísica”). Y cincuenta y cinco serán los motores inmóviles que muevan cada una de las esferas. Motores y esferas forman el engranaje cósmico de Aristóteles, un sistema que intenta salir al paso de todas las irregularidades que se observan en el cielo.
Entre el siglo II y V, durante el Imperio Romano, vemos florecer gran cantidad de escuelas filosóficas y nuevos misterios religiosos. En Alejandría y Atenas resurgirá la Academia Platónica, pero marcada por una fuerte piedad pagana, sus principales representantes son Plotino, Porfírio discípulo de aquel, Jámblico el pitagórico apasionado por los Oráculos Caldeos, y Proclo, el creador de la última gran síntesis del pensamiento antiguo. También en Egipto tuvieron un gran desarrollo las Escuelas Gnósticas, muchas de ellas cristianas, que hacían una síntesis de las visiones del más allá, partiendo de lo que había sobrevivido del Egipto faraónico, y mezclado con el pensamiento filosófico. El Hermetismo , formado por gran cantidad de diálogos entre los dioses Hermes, Asclepios, Isis y Horus, de una fuerte influencia platónica, muestran una fusión entre las visiones míticas del cosmos y el discursos filosóficos. En el más famoso de estos diálogos, “Poimandres”, se nos ofrece la siguiente imagen: “Había entonces, surgida en una parte de la luz, una tiniebla descendente que, espantosa y sombría, se esparcía tortuosamente en forma de serpiente, en lo que pude entrever. Y la tiniebla se transformó en una suerte de naturaleza húmeda que comenzó a agitarse de forma imposible de expresar mientras exhalaba un vapor similar al que produce el fuego y a emitir una especie de ruido, como un lamento indescriptible.” Neoplatónicos y Gnósticos llenarán el Cielo de las Esferas Etéricas con todo tipo de dioses, inteligencias, almas divinas, y a su vez, trazarán una ruta para que el alma humana, pueda ascender, liberada de las pasiones del cuerpo, a través de las Esferas Planetarias, hasta la Ogdóada, la Octava Esfera, de los Arquetipos primordiales, donde junto con las estrellas, las almas realizadas, cantan himnos a Dios, el Sumo Bien.
Cosmología medieval
Durante la Edad Media se mantuvo la imagen del cosmos creada por los filósofos griegos. La diferencia fundamental es la cristianización de los motores que movían las esferas cristalinas. La tierra se encuentra igualmente en el centro del cosmos, y es el lugar del pecado, donde las almas esperan la redención. Tierra y Cielo se unen por medio de la montaña del Purgatorio, que llega hasta la esfera de fuego, a partir de la cual comienzan los Cielos. La imagen más clara del cosmos nos la ofrece Dante en “La Divina Comedia”. EL INFIERNO: El viaje de Dante por el cosmos comienza en los Infiernos. Los Infiernos, se encuentran bajo tierra, y tienen nueve círculos. En los cinco primeros círculos se agrupa a las almas pecadoras por incontinencia, en el círculo sexto los herejes. En el círculo séptimo los violentos, en las regiones heladas de mayor profundidad del octavo círculo, se encuentran los mentirosos y ladrones. Y en el pozo más profundo del noveno círculo, los traidores presididos por Lucifer. EL PURGATORIO: En las antípodas de la Jerusalén terrestre, en medio del océano se encuentra la montaña del Purgatorio, que une la Tierra con el Cielo por medio de un camino de siete niveles. En el más bajo se encuentran las almas soberbias, luego las envidiosas, las iracundas, las perezosas, las avariciosas, glotonas y lujuriosas. En la cumbre de la montaña del Purgatorio se encontraba el Paraíso Terrenal. LA REGION CELESTIAL: Las almas que se habían purificado y podían atravesar la esfera de fuego, que rodea a la Tierra, llegaban a la Esfera de la Luna, donde estaban los Angeles. Luego, la Esfera de Mercurio, donde se encontraban los Arcángeles. En la Esfera de Venus los Principados, en la del Sol las Potestades, en Marte las Virtudes, en Júpiter las Dominaciones, en Saturno los Tronos, y en la Esfera de las Estrellas Fijas los Querubines. Después todavía había otra esfera, el Cielo Cristalino o Primum Movile, donde se encontraban los Serafines. Y por fin el Empíreo, donde Dante ve la Rosa Mística, formada por las almas de los bienaventurados, que pueden contemplar a Dios.
Juan Almirall (Textos para la exposición “Imágenes del Cosmos”, Fundación Rosacruz)
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POR UNA NUEVA TEORIA SOBRE EL UNIVERSO.
EL UNIVERSO CRECE Ó SÓLO SE EXPANDE ACELERADAMENTE?
El Universo, entendido como todo lo que existe, (o simplemente El Todo ó DIOS), esta compuesto por: espacio + materia + energía + tiempo. El espacio, por simple lógica, necesariamente tiene que ser infinito y tridimensional, muy a pesar de cualquier otra teoría “científica” o de cualquier creencia filosófica o religiosa, que a veces hablan de que el espacio puede ser finito o que puede ser plano, bidimensional, o de más de tres dimensiones espaciales, especialmente para los que creen que el espacio y el tiempo fueron también creados en el big bang. Si uno cree que el espacio fue creado con el big bang tiene que creer que el espacio es finito, porque nada que alguna vez haya sido finito, que haya tenido limites, como los que tuvo el universo en la singularidad, podrá crecer hasta llegar a ser infinito; porque tendría que crecer a una velocidad infinita, lo que no es posible.
Pueden existir abstracciones que tienen principio y que son infinitas como una semirrecta, pero una semirrecta no nace en el punto de origen y va creciendo, una semirrecta no puede irse formando, una semirrecta siempre tendrá que ser y estar completa desde su origen hasta el infinito. De lo contrario nunca será una semirrecta, siempre será un segmento de recta cada vez mayor. Todo lo infinito tiene que ser eterno. Nada que sea infinito se puede ir haciendo o formando. Todo lo que crece, siempre, se podrá medir, por lo tanto nunca podrá llegar a ser infinito, por más que crezca.
Para los creacionistas y para los creyentes en el big bang no puede haber en el Universo nada eterno ni infinito, y ese es su grave problema para comprender el universo, para ellos ni siquiera pueden ser infinitas las coordenadas que definen las dimensiones espaciales, sencillamente porque se les saldrían de su espacio finito. Para ellos el único espacio posible es el ocupado por la materia-energía. Para ellos el espacio sólo puede tener la forma finita que tenga la materia-energía. Por eso se pueden imaginar múltiples dimensiones espaciales y hasta múltiples universos, a veces paralelos y hasta contenidos unos en otros.
La materia-energía es finita?
Además, otros componentes del Todo, diferentes al espacio INFINITO, como lo es el conjunto materia-energía, sumatoria esta que perfectamente puede ser finita o infinita, como hasta hoy no podemos saberlo porque hay mucha materia-energía que no se puede ver ni detectar con instrumentos por que no emite ninguna señal, tanto los defensores de las diferentes creencias como de las muy variadas teorías, podemos continuar especulando sobre si la cantidad total de materia-energía es infinita o no lo es. Parece que las mayorías de: filósofos, científicos y simples creyentes consideran que es finita, especialmente los creacinistas y los amigos del big bang.
Los creacionistas y creyentes en el big bang, todos creen y tienen que creerlo, para ser consecuentes, que la cantidad de energía–materia es finita y que además es constante ya que creen también en la ley de la conservación de la energía.
Los que no creemos ni en la creación ni en el big bang estamos divididos en dos grupos, los que creen que la totalidad de materia-energía es finita y los que creen que es infinita.
Entre los que creen que la materia-energía es finita y no creen en la gran explosión, la mayoría creen en la ley de la conservación de la energía y hay otra minoría que no creen en esta ley.
Hay otro grupo también minoritario, que cree que la totalidad de materia-energía es infinita y por lo tanto no le interesa la validez o invalidez de ley de la conservación de la energía, porque para el efecto es igual; debido a que una cantidad infinita de materia-energía más otra cantidad cualquiera que se pueda crear o menos otra cantidad que se pueda destruir, sigue siendo igual, una cantidad infinita.
Estos diferentes grupos defienden distintas concepciones del universo.
Las teorías defendidas por los grupos mayoritarios son muy conocidas, pero las TEORÍAS que defendemos las minorías, no son tan conocidas, por eso pretendemos hablar de ellas en este documento.
TEORÍAS:
Es decir, vamos a plantear básicamente dos teorías de las minorías:
1. La de los que creen que la materia-energía es finita, y no creen en la ley de la conservación de la energía. (Teoría de La gran herejía)
2. La de los que cree que la totalidad de materia-energía es infinita y por lo tanto no le interesa la validez o invalidez de ley de la conservación de la energía. (Teoría del eterno infinito).
Ambas teorías tienen bases comunes, a saber:
El espacio y el tiempo son infinitos y eternos.
El universo (materia-energía) es amorfo y tridimensional
Acerca de la forma que pueda tener el universo o el conjunto de la materia-energía conocida, dijimos que hay quienes afirman que puede ser plano o que incluso puede tener formas de objetos muy conocidos como: sillas de montar, cascos de esferas, embudos, roscas o cornetas, otros creemos que lo mas razonable es que sea amorfo o parecido a una nube o tal vez, tan irregular como un maíz tostado, de lo que si estamos muy convencidos es que debe ser tridimensional y algo irregular. No creemos en mas de tres dimensiones espaciales, porque cuando algunos teóricos, como los defensores de la teoría de cuerdas, tratan de explicar lo de las otras dimensiones espaciales, especialmente la quinta, sexta, séptima y así sucesivamente, lo que logramos entender es que se refieren a “dimensiones” como coordenadas finitas, entonces pueden imaginarse formas: planas, curvas, entorchadas, paralelas o dobladas, pero que de todas maneras no son realmente otras dimensiones espaciales, porque no son coordenadas infinitas, sino mas bien dimensiones de las partes y componentes de los seres que quieren ubicar en el espacio tridimensional. Nos parece que confunden las dimensiones espaciales generales e infinitas con dimensiones finitas y específicas de las formas, de los componentes y de las posiciones que pueden adoptar los seres en el espacio. Algunas veces, hasta, llegan a dar a entender, que el problema de las otras múltiples dimensiones no puede ser entendido por personas normales o de inteligencia normal, casi que plantean que ese es un tema de superdotados y para superdotados.
Nos ponen como ejemplo de la dificultad para comprender la existencia de otras múltiples dimensiones, el cuento de que un observador ve a la distancia un cable de energía extendido y le parece que es una línea, que sólo tiene una dimensión, la cual es su longitud. Pero para unas hormigas que caminan sobre el cable es evidente que el cable posee otras dimensiones como espesor y que además está compuesto por torones helicoidales cuyos entorchamientos resultan ser otras “dimensiones”, que sencillamente el observador no las puede comprender porque no las ve. A estos argumentos les cuestionamos; será que el espesor del cable y sus respectivas helicoidales no están ya contenidas dentro de las tres primeras y simples dimensiones infinitas, aquellas que todo los seres normales conocemos y comprendemos.
Resumiendo…creemos que nada puede existir por fuera de un simple espacio infinito y tridimensional, todo lo que logremos imaginarnos tiene que estar dentro de las primeras tres dimensiones infinitas.
La cuarta dimensión
Otro caso similar, es la consideración de Einsten y de otros científicos, que califican al tiempo como la cuarta dimensión. Creemos que no había razón para clasificarla como dimensión espacial, ya que se trata de una dimensión temporal, es decir de una dimensión de naturaleza diferente. Que problema habría para la teoría de la relatividad considerar tres dimensiones espaciales y una dimensión temporal distinta a las espaciales. Creemos que el tiempo sin observadores es absoluto y lineal, pero para los observadores en movimiento que analizan objetos con movimientos diferentes, en espacios curvos y/o cíclicos, el tiempo tiene que resultar relativo, aun cuando ese tiempo no sea considerado una cuarta dimensión espacial sino una dimensión temporal y simplemente distinta.
El origen del universo
Y con relación al tema sobre el origen y el fin del universo, parece que las mayorías creen que tuvo principio, unos dicen que fue creado de la nada o de una especie de agitación del vacío y otros afirman que se originó de un extraño punto muy compacto que hizo una tremenda explosión, pero generalmente, NO nos dicen, si ese punto, al que llamaron Singularidad, fue creado o si siempre existió, lo que si aseguran es que, dentro de ese punto, cabía todo lo que existe y pueda existir, incluidos el espacio vacío y hasta el tiempo.
Claro está, que algunos religiosos que no quieren pelear con la ciencia y algunos científicos que no quieren pelear con la religión, dicen que el increíble puntito fue creado y así tratan de darle gusto a los dos bandos.
El fin del universo
Con respecto al fin del universo, la mayoría de las teorías más conocidas predicen un final apocalíptico. Unos, los amigos de hacer de la termodinámica una panacea, opinan que terminará: frío, disperso, oscuro y degradado y otros, hasta hace poco, creían que cuando el universo terminara de expandirse como consecuencia de la gran explosión volvería a contraerse por efecto de la gravedad y que posiblemente se repetiría la historia del puntito explosivo, aunque los últimos descubrimientos sobre la expansión acelerada del universo, apuntan, a que eso parece que no va ha ser posible. De todas formas para los que creen en finales apocalípticos, hasta tienen razón, si quieren ser consecuentes con sus principios, así tendrá que ser el fin del Universo, porque si para ellos la cantidad de materia-energía es finita y constante y el universo se les está creciendo aceleradamente pues entonces, necesariamente va a tener que terminar desgarrado.
Otros plantean: que el que creo el universo, simplemente, algún día, le va a dar fin y no explican por que razón.
Otros creemos que el universo, (espacio + energía + materia) incluso el tiempo, siempre ha estado ahí y que siempre estará ahí, creemos que el Todo es eterno.
Diferencias entre las dos teorías minoritarias:
1. La de los que creen que la materia-energía es finita, y no cree en la ley de la conservación de la energía. (La gran herejía)
2. La de los que cree que la totalidad de materia-energía es infinita y por lo tanto no le interesa la validez o invalidez de ley de la conservación de la energía. (Teoría del eterno infinito)
La gran herejía
La defienden los que se atreven, con algunos modestos pero inquietantes argumentos, a cuestionar trascendentales principios de la física considerados hasta hoy inamovibles.
Muy a pesar de los amigos de la termodinámica y de los defensores de las cosas constantes y de las cosas que siempre se conservan, se atreven a pensar que aunque el espacio vacío es infinito y tridimensional, la sumatoria de la materia y la energía existentes en el, por el contrario, son finitas, y aunque los tilden de herejes, creen que la energía–materia está en crecimiento constante, no solamente se expanden incrementando el espacio entre la mayoría de las galaxias, sino que la materia y la energía también se reproducen, se auto procrean, incrementando su cantidad, en la medida en que colonizan aceleradamente el infinito y oscuro espacio vacío, pero sin perder densidad y reafirmando su razón de ser, que es hacer inconmensurable su crecimiento para, cada vez, llenar mas el espacio infinito durante el tiempo infinito.
Se atreven a cuestionar principios considerados vigentes, sencillamente porque con ellos no se ha podido darle una explicación satisfactoria a los fenómenos observados en el universo.
Cuales son esos argumentos para considerar que la energía se crea y que se convierte en materia y que a su vez esta crea más energía y así sucesivamente va creciendo el universo.
1. Un ejemplo es la energía potencial recurrente de las mareas, que no es el resultado de la transformación de ninguna otra energía, porque la luna no pierde permanentemente su energía cinética manteniendo alta esa marea, ese promontorio de agua atraído por la luna y que recorre el globo continuamente mientras la tierra gira. Y la tierra tampoco se desacelera disminuyendo constantemente su velocidad de rotación o su energía cinética. Esa energía potencial, del promontorio de agua, se está creando continuamente. Los generadores maremotrices, localizados en la trayectoria de esa “gran ola” generan electricidad todos los días con nuevas mareas que a su vez se crean continuamente por la gravedad de la luna. Si la luna, la tierra o ambas, tuvieran que invertir continuamente parte de su energía cinética para ser transformada en energía maremotríz ya habrían terminado colisionando.
2. Los cuerpos celestes, los asteroides, los satélites y algunas naves espaciales, son móviles, que pueden viajar aprovechando la gravedad, la inercia y el vacío, su energía cinética se renueva constantemente, se crea, es producto de las circunstancias, de la trayectoria del móvil y de las propiedades gravitacionales de la materia y no del consumo o transformación de otro tipo de energía. Más bien es la aparición recurrente de una serie de energías potenciales sucesivas, que van apareciendo en cascada, en la medida en que el móvil en cuestión, va dejando la influencia gravitacional de un cuerpo celeste y se introduce dentro del campo gravitatorio del siguiente. Esa trayectoria seguida por el móvil puede ser circunstancial y las cantidades de energía potencial y de energía cinética resultantes pueden ser muy diferentes, dependiendo de si el móvil choca con alguno de los cuerpos celestes o les pasa cerca logrando evitar la colisión, continuando su viaje. Las energías potenciales gravitatorias se crean en la medida en que sucede un hecho específico, como lo es, el que una masa se introduce dentro de un campo gravitatorio. Si la cantidad de energía fuera constante, la cantidad de energía resultante en este ejemplo no dependería de las circunstancias o de la trayectoria seguida por el móvil. Si el móvil no choca resulta más energía potencia y cinética que si choca.
3. Algo similar ocurre con las energías potenciales magnéticas que pueden aparecer o no aparecer dependiendo de las circunstancias. Por ejemplo si un cuerpo ferromagnético cae por casualidad dentro de un campo magnético o no lo hace. Si lo hace resulta más energía potencial magnética que la que habría si el hecho no ocurre. Si la cantidad de energía fuera constante, la energía resultante no debería depender de la casualidad o de la aleatoriedad de que el hecho ocurra o no.
4. En los grandes cuerpos celestes, especialmente en los sólidos, que se han ido formando a lo largo de miles de millones de años, debido a la acumulación de materia por la atracción de la gravedad, en su interior se genera, de forma permanente, una gran cantidad de energía térmica, debida a las grandes presiones que alcanzan a acumularse en su interior. Podríamos suponer que esa energía calórica es el resultado de la transformación de la energía potencial gravitatoria que poseían las masas que han ido impactando al cuerpo celeste durante todo el proceso de formación. A la luz de la ley de la conservación de la energía, la energía térmica resultante debería ser igual a la sumatoria de las energías potenciales gravitacionales que tenían cuando eran atraídas todas y cada una de las partes que han conformado el cuerpo celeste. Pero es evidente que estas dos energías no son iguales.
Explicación:
La sumatoria de las energías potenciales gravitatorias que poseían las masas que han ido impactando al cuerpo celeste durante todo el proceso de formación es una cantidad limitada, es limitada por las magnitudes conmensurables de sus masas y sus aceleraciones y siempre serán cantidades de energía potencial finitas.
Si el cuerpo celeste en cuestión no es destruido por ningún evento cósmico y perdura en el tiempo, mientras exista, se estará generando permanentemente la energía térmica en su interior, o sea que sería una generación de energía calórica por tiempo indefinido, por no decir eterno, más bien digamos que es una fuente inagotable de energía.
No toda la energía térmica generada dentro del cuerpo celeste se debe a los impactos. Una cantidad limitada de energía potencial no se puede transformar en cantidades ilimitadas de energía térmica.
El calor producido eventualmente por los impactos en la corteza externa se dispersa en un tiempo determinado y el calor permanentemente producido por la presión interna se dispersará continuamente durante un tiempo indefinido mientras subsista esa presión interna, o sea mientras exista el cuerpo celeste.
La temperatura generada constantemente por la presión interna es mayor que la temperatura generada ocasionalmente por los eventuales impactos externos. Por lo tanto los grandes cuerpos celestes crean energía térmica como consecuencia de su gran masa acumulada y no es esa energía térmica el resultado de la transformación de otra energía, ó … ¿Cuál sería? …Si no hay otra energía, la ley de la conservación de la energía no puede ser válida.
La materia, por su naturaleza, tiene las propiedades físicas necesarias y suficientes para crear energía: La materia tiene masa, entre dos masas existe la atracción de la gravedad, además como también existe la inercia y existe el vacío y con el, la falta de fricción, y esas son las condiciones suficientes y necesarias para que existan los movimientos gravitacionales. Cuando se equilibran las velocidades de los cuerpos con sus masas y por ende con sus fuerzas de atracción, los movimientos orbitales resultantes son continuos y permanentes, y donde hay movimiento continuo hay energía cinética continua. Si el cosmos genera movimiento continuo inagotable, también genera energía cinética permanentemente. La energía cinética es la energía del movimiento. El universo se mueve y todo dentro del universo se mueve y se mueve gracias a la energía, y se mueve, cada vez, a mayor velocidad, se mueve expandiéndose aceleradamente, cada vez con mayor energía.
Los sistemas orbitales son generadores naturales de energía.
Los defensores de esta teoría plantean que la naturaleza y el universo crean energía, aunque el hombre no haya podido desarrollar artificialmente el motor de movimiento continuo. La naturaleza si tiene motores naturales de movimiento continuo. Un cuerpo celeste que gira continuamente por inercia en el vacío, con materiales conductores como componentes de su estructura y con su propio campo magnético, como hay tantos, es, sencillamente, un motor generador de energía. No será eso lo que sucede con las estrellas de neutrones que tienen un gran campo magnético y que giran a gran velocidad y generan y emiten incalculables cantidades de energía electromagnética.
Por eso se considera que el hecho de haber elevado a principio de la física la ley de la conservación de la energía, fue una ligereza que debe reconsiderarse. Amigos de la ciencia no se aferren a inamovibles, a lo absoluto, a lo constante, a lo estático, al conservacionismo, esa práctica dificulta la búsqueda de la verdad.
La primera afirmación de la ley de la conservación de la energía, dice que la energía no se puede crear y la segunda afirmación, dice que tampoco se puede destruir y que solamente se puede transformar en otras formas de energía. Y la ley se complementa con el planteamiento de que la energía se degrada al transformarse en calor disipado con bajas temperaturas que no se puede reutilizar.
De acuerdo con la ley de la conservación de la energía, en todos los procesos de transporte y de movimiento, la energía invertida, solo tiene dos alternativas:
1. Que la energía invertida se transforme: una parte en algún otro tipo de energía potencial y que la otra parte, se degrade en forma de calor, debido a las fricciones del cuerpo transportado, ya sea fricciones con el aire o con el piso o internamente en rodamientos.
2. Que la energía invertida se degrade toda, cuando el cuerpo transportado no gana una nueva energía potencial o pierde la que pudiera haber tenido.
Como es prácticamente imposible comprobar y medir, como en un laboratorio, toda la energía calórica, hasta la más mínima fracción de grado de calor, que pueda producirse en todos los procesos de fricción susceptibles de presentarse asociados a las energías cinéticas de todo lo que se mueve en el universo, es por eso que no se puede demostrar en la práctica la validez o invalidez de la segunda afirmación de la ley de la conservación de la energía. Ante esta dificultad y falta de pruebas, consideramos que afirmar una u otra cosa es más especulación teórica que fundamento para una ley. Algunos nos atrevemos a creer que puede ser posible que una buena parte de la energía, que hoy se cree que se degrada, pueda llegar a destruirse, o transformarse en una especie de trabajo realizado o como una magnitud comparable con las magnitudes de la energía invertida. Pero no tiene como mucho sentido discutir sobre algo que definitivamente resultaría especulativo.
De todos modos si asumimos como verdad lo de que… la energía no puede destruirse y que solo puede transformarse y/o degradarse como sucede con la energía cinética involucrada en todo tipo de movimiento, y que hasta donde sabemos todo esta permanentemente en movimiento, lo que trae como consecuencia, que, de todas maneras, todos, creyentes y no creyentes en la ley, tenemos que aceptar que la energía degradada a través del tiempo ha sido mucha, muchísima energía. Además debemos tener en cuenta toda esa energía que permanentemente irradia y que siempre ha emitido toda la materia visible. Esa gran cantidad de energía (luz y todo tipo de ondas electromagnéticas) se irradian en todas las direcciones y viajan por el espacio.
Será que nos hemos preguntado: ¿qué sucede con toda esa energía?, ¿dónde está?, ¿para donde se va?, ¿para que sirve esa energía?. O será que, alguna vez, le hemos dado respuestas satisfactorias a estas preguntas.
Creemos que la energía degradada en forma de calor, de muy bajas temperaturas, lo que hace es mantener los sitios mas fríos del universo a unas temperaturas, algo superiores al cero absoluto, que es de – 273.15º centígrados ó 0º kelvin, prueba de ello, es que en ninguna parte del universo se han detectado temperaturas con el cero absoluto y esta situación sirve para que los átomos no pierdan totalmente su actividad interna y su volumen y probablemente hasta colapsen, eso no lo podemos saber porque es imposible lograr el cero absoluto. Estas temperaturas, producto de la degradación de la energía, aunque mínimas, garantizan que los componentes subatómicos, ya sean partículas o cuerdas, se mantengan activos, a una vibración mínima, aunque pierdan su capacidad de emitir energía electromagnética.
En laboratorios se han logrado las temperaturas más frías conocidas, más frías que las temperaturas más bajas registradas en la naturaleza, y muy cercanas al cero absoluto y se ha observado que gases como el helio prácticamente desaparecen muy cerca de los cero grados K, después de sufrir un proceso de perdida de volumen y de perdida de la actividad subatómica.
Motores naturales recicladores de la energía degradada.
De estos hechos deducimos que los átomos a nivel del microcosmos y los agujeros negros a nivel del macro cosmos tienen, como otra de sus funciones, servir como motores recicladores de la energía que se degradada ya sea en forma de calor o como cualquier otro tipo de radiación emitida hacia el espacio exterior. Tanto átomos como agujeros negros toman la energía del medio y con ella los átomos pueden mantener su mínima actividad interna, y los agujeros negros la almacenan y hasta logran convertir por acumulación, cantidades mínimas de materia-energía inservibles, hasta acopiar incalculables cantidades de masa capaces de producir grandes explosiones nucleares. El universo se recicla.
Materia oscura
Creemos que todo es energía. Que la materia es también energía. Que la materia puede transformarse en energía. Si la energía se condensa conforma la materia. La materia es energía concentrada más densa y menos activa que la energía.
Hay dos tipos de materia dependiendo de su actividad interna y de su temperatura: la materia visible o activa, organizada en forma de átomos que emite radiaciones y la materia fría, desenergizada o materia oscura, inactiva, que no irradia energía electromagnética.
En otras palabras: La materia muy fría es materia inactiva, que le falta energía para organizarse en forma de átomos y que no emite radiaciones, por eso también es llamada materia oscura.
La materia visible es materia relativamente caliente o medianamente energizada, organizada en átomos, o sea la materia conocida, es materia activa que emite radiaciones, no solo luz, como la emitida por los astros, sino todo tipo de ondas electromagnéticas y esta energía viaja por el espacio en todas las direcciones, es lógico que el espacio cercano al conjunto material conocido donde nosotros habitamos esté muy saturado de la energía radiante emitida por el universo visible y que el espacio más externo, mas distante, más grande, más frío y más oscuro, este cada vez menos saturado de radiación, allá en el espacio exterior frío está irregularmente dispersa la mayor cantidad de materia oscura, la que todavía no ha alcanzado a ser activada ni por la energía radiante emitida y enviada hacia allá por la materia activa, ni por la energía en gestación en el interior de sus múltiples agujeros negros donde se va concentrando esa materia fría y densa, en espera de su reactivación por suficiente acumulación de calor y presión y posterior explosión debida su actividad nuclear.
Una parte de la materia oscura está distribuida, en forma de nodos (probablemente agujeros negros) entre la materia visible pero la mayor cantidad de materia oscura está localizada en el espacio más exterior, orbitando como una corteza irregular que envuelve y atrae la materia visible, gracias a su mayor masa. En esa oscura y fría corteza exterior proliferan los agujeros negros, capturando la energía-materia que se escapa irradiada del universo visible.
No hay energía oscura
Creemos que NO existe la energía oscura, creemos que solo existe materia oscura, pero que es la misma materia conocida, los mismos componentes subátomicos, disponibles como materia prima para ser reactivados y construir átomos, y que mientras tanto son materia oscura, inactiva, fría y desenergizada.
No creemos que exista la antigravedad o fuerza repulsiva que sea la responsable de la expansión acelerada del universo.
El total de masa-energía del universo no puede contraerse y colapsar, porque orbita aceleradamente alrededor de su centro de gravedad con una fuerza centrifuga cada vez mayor, aceleradamente gracias al continuo aporte de energía que se incorpora como energía cinética al acelerado proceso expansivo del universo, ya sea que dicha energía, sea el resultado de la nueva transformación de materia oscura en energía o que también gran parte de esa energía, sea creada, en caso de que sea válida la gran herejía.
Esas mayores concentraciones de energía oscura localizadas irregularmente en la periferia, orbitando también aceleradamente en el espacio más exterior, ayudan a la expansión acelerada del universo conocido, arrastrando, por efecto de la gravedad al conjunto menor de materia-energía visible localizado más cerca del centro del todo.
La materia oscura no puede ocupar o saturar uniformemente el espacio vacío porque no sería posible la falta de fricción que viabiliza los movimientos orbitales de los cuerpos celestes. Sin vacío y sin inercia nada orbitaría.
Si es válida la “gran herejía” la energía se creará siempre y si es válida la teoría del “eterno infinito” la energía será infinita y siempre estará disponible.
Los agujeros negros son úteros cósmicos donde se gestan y/o reciclan las nuevas energías necesarias para la conquista futura del infinito, frío y negro espacio vacío.
El ciclo se repite indefinidamente, la cantidad de materia-energía visible será cada vez mayor y colonizará el espacio infinito y así será durante el tiempo infinito.
La materia visible, actualmente activada por la energía es solamente el 4% del limitado universo aceptado por los amigos del big bang, que es solamente lo poco que se ha podido ver. Falta mucho por hacer.
Ya sea que la energía-materia sea infinita o que se cree, porque sea valida la gran herejía, de todos modos el futuro del universo no será apocalíptico.
El universo crece y se va reciclando, por eso no habrá ni muertes térmicas ni desgarres.
La energía se crea ó la materia es infinita.
El universo conocido y visible será cada vez mas grande, cada vez se activará más materia oscura y se convertirá en materia activa, en materia visible y en energía, cada vez se iluminará más el infinito.
Martín Jaramillo Pérez
martinjaramilloperez@gmail.com
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