lunes, 17 de noviembre de 2008

MAGIA Y ALQUIMIA EN LAS CORTES DE LOS PRÍNCIPES RENACENTISTAS

LA ALQUIMIA Y LOS PRINCIPES PROTESTANTES: LA CORTE DE ISABEL I DE INGLATERRA, LA CORTE DE HEIDELBERG, EL DUQUE DE WURTENBERG Y EL LANDGRAVE DE KASSEL-HESSE.

Razones no sólo culturales sino también aparentemente prácticas, llevaron a gran parte de los príncipes protestantes a dar protección a magos y alquimistas en sus cortes, hasta el punto de permitir especular con la posibilidad de que dichos personajes fueran embajadores de reyes y príncipes en las más diversas intrigas. Lo cierto es que estos personajes se encontraron en los lugares y momentos definitivos en el acontecer de la etapa histórica de la segunda mitad del siglo XVI y los años previos a la Guerra de los Treinta Años. Tal es el caso de John Dee, Giordano Bruno o Michael Maier.


a) EL MAGO EN LA CORTE DE ISABEL I DE INGLATERRA:

Isabel I es coronada Reina de Inglaterra en 1559, donde reina hasta su muerte en 1603. La llamada Reina Virgen consolidó la Reforma de la Iglesia Inglesa, iniciada por su padre Enrique VIII y difundió un ideal de Imperio Inglés, donde la Reina era igualmente la cabeza de la Iglesia, recuperando el mito anglosajón del Rey Arturo y la Tabla Redonda. En 1603, con la extinción de la Casa Tudor, sube al Trono de Inglaterra, Jaime I Estuardo, Rey de Escocia. Jaime I carece de la visión idealista e imperialista de su antecesora, y grava en el pueblo la desconfianza que terminará con la vida de su sucesor. Jaime I, monarca inseguro, había escrito un libro Daemonologie, publicado en Edimburgo en 1597, donde el Rey hace una declaración de principios con relación a las artes negras, entre las que puede contarse toda la magia cabalística del Renacimiento, cuyos exponentes eran, sin duda, el Abad Trithemius, Cornelio Agrippa y Giordano Bruno.

Las tendencias intelectuales de una y otro monarca son encarnadas por dos figuras fundamentales del pensamiento inglés: John Dee (1527-1608), que indudablemente encarna el ideal caballeresco y renacentista de la Corte de Isabel, plasmado en la obra General and rare memorials pertayning to the Perfect Arte of Navigation, 1577; y Francis Bacon (1560-1626) completamente antagónico a Dee, por lo que evita las matemáticas y la filosofía neoplatónica en el diseño de su método científico inductivo moderno, Bacon contó con el total apoyo del Rey Estuardo, que le nombró Lord Canciller, sus grandes obras fueron The Advancement of Learning, 1605, y Novum Organum, publicado en 1620.

La pacífica victoria de Bacon sobre Dee es la victoria del pensamiento racional frente al mundo imaginario de la magia renacentista, esta contienda en Europa continental adoptó formas mucho más violentas, como fue la Contrarreforma y la Guerra de los Treinta Años.

John Dee nace en el seno de una ilustre familia próxima a la Corte de Enrique VIII, su familia tuvo un contacto estrecho con la familia Dudley, aristócratas partidarios de la reforma radical. Dee fue preceptor de Robert Dudley, Conde de Leicester, favorito de la Reina Isabel, lo que le permitió gozar de gran aceptación por parte de la Reina, aunque siempre mereció cierta desconfianza entre los miembros de la Corte. Era una persona inquieta e ingeniosa, con una especial facilidad por las matemáticas. Tras la publicación en 1570 de los Elementos de Euclides en inglés, donde figuraba un prólogo suyo, se formó un círculo en torno a la persona de Dee, en el cual éste ejercía de maestro, con destacadas personalidades de la Corte, como fueron el propio favorito de la Reina, Lord Leicester, su sobrino Philip Sidney, Walter Raleigh y Edward Deyer, entre otros. En su mansión de Mortlake recopiló una de las más importantes bibliotecas europeas de su tiempo. La Reina le nombró astrólogo real y lo mantuvo junto a ella, hasta el año 1583, fecha en la que comienza un viaje por Europa, junto con su compañero Edward Kelley, que le llevarán a la Corte de Praga de Rodolfo II y a inmiscuirse en intrigas políticas con relación a la sucesión al Trono de Polonia.



El pensamiento de Dee bebe de distintas fuentes típicas del Renacimiento: la filosofía de Llull, la Cábala cristiana de Reuchlin, las matemáticas pitagóricas del Timeo, el pensamiento hermético y neoplatónico italiano, y sobretodo, la filosofía mágica de Cornelio Agrippa. Dee, como Giordano Bruno, lleva a un extremo la visión mágica del mundo fruto del pensamiento renacentista. Semejante visión le cerró definitivamente las puertas del temeroso monarca Estuardo, que prefirió con mucho a Bacon, pues este último había limpiado escrupulosamente su filosofía de cualquier rastro que le pudiera asociar a Dee, llegando a crear un método científico totalmente antagónico al pensamiento renacentista de Dee, y que finalmente es el que inspirará a todo el movimiento científico de los siglos venideros.

John Dee es autor de una importante obra en torno a un signo astrológico que aparecerá más tarde en diferentes tratados herméticos, como por ejemplo, en la invitación a las Bodas Alquímicas en Chymische Hochzeit Christiani Rosencreutz Anno 1459, y que es la Monas Hieroglyphica, publicado en Amberes en 1564. El estudio de la Mónada se divide en 24 teoremas, que al igual que los Elementos de Euclides, comienza con el punto, la línea y el círculo. Se trata de una serie de consideraciones matemáticas, astrológicas, cabalísticas y simbólicas, del jeroglífico más perfecto: la Mónada, dirigido principalmente a “gramáticos” y donde “el médico experto podrá fácilmente comprender, a través de éstas, la mística voluntad de Hipócrates, pues sabrá qué debe ser añadido y suprimido y de dónde, y reconocerá de buen grado, en lo sucesivo, que su arte y la medicina están contenidos en el gran compendio de nuestra Mónada. El Berelístico podrá aquí ver, excelentísimamente, en una lámina cristalina, todo lo que se agita en la tierra o en el agua, bajo el cielo de la Luna, y en un carbúnculo o piedra Adam explorará toda región aérea e ígnea. Y si la especulación vigésimo primera de nuestra Mónada jeroglífica satisface al Voarchedúmico y le proporciona Voarch Beth Adumoth para su especulación, éste confesará que no es preciso, para alcanzar la Filosofía, viajar a las Indias o a las Américas.”

En 1583 John Dee viaja a Cracovia y un año después Praga. En Praga, Dee mantiene un contacto estrecho con el embajador español, Guillén de San Clemente, que era un entusiasta de Llull, y que más tarde acogerá en Praga a Giordano Bruno. Bruno dedica a San Clemente su obra De specierum scrutinio et lampade combinatoria Raymundi Lullii. Igualmente, Dee mantuvo una estrecha relación con Guillermo de Rozmberk, señor de Trebona, gran mecena de alquimistas, al igual que su hermano Peter Wok de Rozmberk, gran amigo del Consejero de Heidelberg, Christian von Anhalt.

En 1587, fecha en Polonia rechaza la candidatura al trono del hermano del Emperador Rodolfo II, John Dee regresa discretamente a Polonia, y en 1589 a Inglaterra. Antes de su partida hacia el Continente Dee conoció al principe Albert Laski por medio del Conde de Leicester; en 1583, Giordano Bruno llega a Inglaterra, cuando Dee acaba de marcharse, y entra en contacto con el Círculo de Leicester, donde conoce igualmente al principe Laski, al que acompaña a Oxford. En Cracovia, Dee se relacionará con un destacado hermetista Annibale Rosseli autor del libro: Pymander Hermetis Mercurii Trismegistus.

La Inglaterra de 1589 no es la misma, Philip Sidney había muerto en Holanda en 1586, su tío el Conde de Leicester murió habiendo perdido el favor de la Reina, en 1588; y la Reina Isabel celebraba la gran victoria sobre la Armada Invencible en agosto de 1588. Dee no recuperó su lugar en la Corte, vivió con grandes dificultades, y tuvo que trasladarse a Manchester en 1596 para dirigir un colegio. En 1597 la Biblioteca de Mortlake es incendiada por un grupo de personas, y las acusaciones de brujería no cesarán. En 1603 sube al trono Jaime I Estuardo, que había escrito un libro sobre demonología y estaba bastante obsesionado con el tema de la brujería, por lo que la situación de Dee empeora a partir de dicho año, muriendo en Mortlake en 1608 en la más absoluta miseria.

b) LA CIUDADELA MAGICA DE HEIDELBERG:

c) EL DUQUE ANGLOFILO DE WÜRTENBERG:

En 1604 fue dedicada al duque de Würtenberg la obra Naometría de Simón Studion, una obra cabalística en la que, por medio de cálculos numerológicos basados en las medidas del Templo de Salomón, se efectúan una serie de profecías.

LA ALQUIMIA Y LOS HAUSBURGO: FELIPE II Y RODOLFO II

FELIPE II:

“En verdad que aunque yo soy incredulo destas cosas, que desta no lo estoy tanto, aunque no es malo serlo, porque si no saliese, no se sintiese tanto; pero de lo que hasta agora se ha visto y a vos os parece, asi de la obra como de las personas, no estoy tan incredulo como lo estuviera si esto no fuera asi; pero ya presto veremos el fin, conque todos nos acabaremos de asegurar, y muy bueno es acordarlo, como decis. Lo de ayer he hallado bueno y que se ha hecho obra: dinero anda al cabo.”

a.1) La desesperada búsqueda de oro:

a.2) Arias Montano y la Familia Charitatis: (p 34-35 y nota 126, relación de la familia con Phillip Sidney y John Dee)

a.3) Juan de Herrera y el lulismo: (la Real Academia de Matemáticas y Ciencias de Madrid)

RODOLFO II:

1) Notas biográficas:

Nace en Viena, el 18 de julio 1552, bajo el signo de Cancer, en una Hofburg completamente enlutada por la muerte del heredero Fernando, muerto al año de nacer. Hijo del Emperador Maximiliano II y María, hija de Carlos V y prima hermana de su marido. Es el segundo varón después de Fernando; Ana su hermana mayor se casará con Felipe II; Ernesto, un año menor, le acompañará a España; les siguen: Isabel, María, Matías, que en 1611 le arrancará el trono de Bohemia y le sucederá en el Trono Imperial, Maximiliano, Alberto, Wenzel-Ladislao, Federico, María, Carlos, Margarita y Leonor.

La primera gran contradicción en la vida de Rodolfo es la declarada confesión de su padre Maximiliano de las doctrinas protestantes de Lutero, de las que deberá abjurar para acceder al Trono Imperial, frente a la intolerante herencia católica de Carlos V, que encarna su madre, María de Habsburg.

En 1564, a los doce años, Rodolfo y Ernesto abandonan Viena para dirigirse a Madrid, a la corte de su tío Felipe II, puesto que el poderoso monarca español y el Papa Pío IV desconfían de la abjuración de la fe protestante de su padre Maximiliano, coronado aquel mismo año Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

El Archiduque Rodolfo y su hermano recibirán una esmerada educación en los principios de la Contrareforma, bajo la atenta y diaria supervisión de Felipe II, lo que llevará al Archiduque a adoptar la actitud de la rigurosa etiqueta española y los modales de un Infante de España. Es en esta época donde podría haber tenido los primeros contactos con la Alquimia.

En 28 de mayo de 1571, Rodolfo abandona Madrid para dirigirse a Hungría, donde en 26 de octubre de 1572 es coronado rey. El Emperador Maximiliano II tiene como principal objetivo asegurar la sucesión en el Trono imperial a su hijo Rodolfo, la clave es la Corona de Bohemia. En 22 de febrero de 1575 el Emperador convoca la Dieta Imperial en Praga, y en 22 de septiembre de 1575, Rodolfo es consagrado Rey de Bohemia, en la Catedral de San Guido. Este será el primer contacto de Rodolfo con la mágica ciudad de Praga. Y la Corona de San Venceslao es el primer estadio hacia la Dignidad Imperial, el Trono de los Divinos Césares y de Carlomagno.

Poco después Maximiliano II convoca la Dieta Imperial en Ratisbona para hacer elegir a Rodolfo Rey de Romanos, último paso previo al Imperio. Rodolfo permanece en Praga. En la Dieta el Emperador cae gravemente enfermo. El embajador de España, en nombre de Felipe II pide el voto de los Siete Príncipes Electores para Rodolfo. Rodolfo llega a Ratisbona justo para ver morir a su padre, envuelto en el escándalo: el Emperador rechaza los últimos sacramentos, y muere como un buen protestante, el 25 de junio de 1576.

Tras los funerales de su padre, que es enterrado en Praga, Rodolfo es elegido Emperador el 27 de octubre de 1576, y coronado el 1 de noviembre, día de todos los Santos Difuntos. De 1576 a hasta 1583 reina en el Imperio desde su capital, Viena. En la Hofburg, el Emperador comienza a amasar una importante colección de obras de arte y a ganarse fama de humanista. Su desmedido afán por evitar las guerras y cualquier operación costosa y que pueda minar la paz del Imperio se refleja claramente en la Dieta de Augsburgo de junio de 1582, donde el Emperador rechaza una importante campaña contra la constante amenaza turca.

Tras la epidemia de peste de 1583, el Emperador instala definitivamente su Corte en el Castillo de Hradcany, que se dedicará a engrandecer y embellecer, a fin de dar cabida a una incalculable corte de artistas y sabios consagrados a estudios alquímicos, astrológicos y mágico-científicos (tal como lo define F. A. Yates en El Iluminismo Rosacruz, que se salta el episodio de los charlatanes, tan destacado por los biógrafos de Rodolfo).

Desposeído en 1608 por su hermano Matias de la Corona de Hungría, dada la pasividad demostrada por el Emperador frente a turcos y sediciosos, es recluido en 1611 por su hermano en el Hradcany, mientras sufre mortalmente enfermo, como Matias le arrebata la Corona de Bohemia. El 20 de enero de 1612 muere en Praga Rodolfo II tras una terrible agonía.

Rodolfo II nunca se casó, mantuvo un gran harén de mujeres imperiales, de entre las que terminó por elegir a una, Katerina Stradova, con la que mantuvo una relación sentimental, de la que nacerían seis hijos bastardos, y que finalmente terminará por aburrir. En sus devaneos amorosos cogió la sífilis, terrible enfermedad cuyo tratamiento le produjo la hidropesía que terminará con su vida. El artista Archiboldo representó al Emperador con una inmensa nariz roja de hortaliza, poniendo de manifiesto la marca inclinación del Rodolfo II por el alcohol.

La escandalosa vida personal del Emperador le llevó a importantes conflictos con Roma. Por otra parte, la amenaza del partido católico encabezado por Matias, obligó a Rodolfo II a firmar en 1909, un Edicto con el que se reconocía oficialmente a la Iglesia de Bohemia.

Versión menos pesimistas es la de Frances A. Yates, que mantiene que “bajo el reinado de Rodolfo, Praga fue una ciudad del Renacimiento llena de influencias renacentistas tales como se habían desarrollado en la Europa occidental”. Lo cierto es que Rodolfo II se ganó la misma fama que otros personajes del Renacimiento tardío, como fueron Dee, Bruno o Agrippa.

2) Arte y ciencia rodolfina:

El castillo de Hradcany fue durante tres décadas aproximadamente (de 1583 hasta 1611), centro de un gran actividad artística y científica, tal como la describe de forma un tanto entusiástica Yates. Como toda Corte Renacentista parece que contó con una Academia, de inspiración platónica, pero principalmente consagrada a la Alquimia, una importante Biblioteca y hasta un Zoológico.

En el campo del Arte los gustos imperiales se decantan por la pintura manierista de finales del siglo XVI, pese a que en el Hradcany llegó a almacenarse una gran colección de pinturas de todos los grandes maestros del Renacimiento. El principal pintor de la Corte fue el satírico Giuseppe Arcimboldo, le sigue el especialista en temas mitológicos Hans von Aachen. Entre los escultores destaca Adriaen de Vries, autor de diferentes bustos del Emperador. Una corte de unos cuarenta pintores y escultores venidos de todos los países trabajaron en el Hradcany.



En cuestiones arquitectónicas Rodolfo II se contagió en la Corte de Madrid del afán constructor de su tío Felipe II. Los años que permaneció en España coinciden con el desarrollo de importantes proyectos arquitectónicos, de los que son un ejemplo el Alcázar de Madrid, bajo la dirección del arquitecto real Juan Bautista de Toledo y las reformas efectuadas en el Palacio del Pardo. Entre las disciplinas aprendidas en España, Rodolfo estudió matemáticas, según el programa que más tarde se desarrollaría en la Real Academia de Matemáticas, dirigida por Juan de Herrera, y que contaba con asignaturas inteligibles: aritmética y geometría, y asignaturas sensibles: mecánica, astrología, perspectiva, pesos y medidas, música y numerología. En Praga, Rodolfo se dedicó a engrandecer y embellecer el Castillo de Hradcany. En torno al año 1601, Rodolfo conoce en Praga la obra del jesuita Juan Bautista Villalpando y Jerónimo Prado, del Círculo de Herrera: In Ezechielem Explanationes et Aparatus Urbis ac Templi Hierosolymitani, donde Villalpando reconstruye el Templo de Salomón combinando las medidas bíblicas, las profecías de Ezequiel y las teorías de Vitruvio.

No se puede hablar ni de literatura ni de música en el mundo del arte rodolfino, el emperador tiene una clara inclinación hacia el concepto hermético de arte, donde goza de un especial protagonismo la imagen mitológica y alquímica.

En el terreno de la ciencia destaca la presencia del filósofo matemático inglés John Dee llegado a Praga en agosto de 1584, después de visitar Polonia, permanece junto con su compañero de viaje, el alquimista Edward Kelley, hasta que en 1587 razones políticas aconsejan alejarse del Emperador y volver a Polonia, puesto que Dee nunca queda desvinculado de la Reina Isabel de Inglaterra, nada querida por Rodolfo II.

Tras la marcha de Dee, llega a Praga en 1588, Giordano Bruno. Bruno permaneció en Inglaterra, principalmente en Oxford entre 1583 y 1585, después viaja a Francia y Alemania, para terminar en Praga, pocos meses después de la marcha de Dee. Giordano Bruno permanece en Praga hasta 1592, fecha en que aceptando una invitación regresa a Italia, donde será apresado por la Inquisición y quemado en Roma en 1600.

Tanto Dee como Bruno tienen una marcada influencia del ocultista alemán Cornelio Agrippa, cabalista hermético con una fuerte tendencia hacia la magia. En Praga existe una importante escuela de Cábala en torno al Rabino Yehuda Löw ben Betsalel, el Rabí Löw que en 16 de febrero de 1592 mantiene una secreta entrevista con el Emperador. Al respecto, Yates en su esmerado intento de eliminar todo rastro de desequilibrio en la figura de Rodolfo II, y presentarlo brevemente como una Príncipe Renacentista, llega a afirmar que Juan Pistorius, confesor del Emperador algunos años en torno al 1600, era cabalista, cuando el tal padre Pistorius era un teólogo, médico y jurista, designado por Roma, encargado de aliviar la conciencia del Emperador.

En el campo propiamente de las ciencias, destaca la figura de Tycho Brahe (1546-1601), astrólogo y matemático danés, que pese a rechazar la visión de Copérnico, ha descubierto infinidad de estrellas. Llegado a Praga en 1599 por invitación imperial, es sin duda la causa de la posterior llegada a Praga, en febrero de 1600, de Johannes Kepler (1571-1630), continuador del sistema de Copérnico. Kepler es indudablemente un neoplatónico tal como demuestran sus obras Astronomia Nova, Mysterium Cosmographicum y Harmonices Mundi. Kepler permanece en el Hradcany hasta la misma muerte del Emperador en 1612.

3) La Alquimia:

Sin embargo, y pese al interés variable del Emperador, la Corte de Rodolfo II es famosa por haber albergado de forma abierta y notoria a alquimistas de toda especie. Durante el reinado de Rodolfo en Praga, existían tres importantes centros alquímicos en el Reino de Bohemia: 1. En Praga: el Hradcany y el famoso barrio de Malá Strana, próximo al castillo. 2. Guillermo de Rozmberk (1535-1592) instaló laboratorios de alquimia sobre todo en el sur de Bohemia, en Krumlov, importante capital donde residió Edward Kelley cuando perdió el favor del Emperador, Trebon y Prachatice, y al norte en Roudnice, donde instalará importantes alquimistas de la época, en abierta competencia con el Emperador. 3. El tercer centro, al norte de Praga, en Budyne, donde el aristócrata y alquimista Jan Zbynek Zajíc de Hazmburk, autor de varios manuscritos, instala su laboratorio.

El Emperador había fundado en su corte una Academia Científica cuya principal disciplina era la Alquimia, presidida por el médico del Emperador Tadeás Hájek de Hájek, que fue igualmente matemático, astrónomo, botánico y conocedor de los Textos Herméticos. Hájek denunció varios intentos de fraude, en una Academia donde trabajaron más de 200 alquimistas.

Alquimista propiamente checo fue Bavor Rodovský de Hustisany (1526-1600), vivió en Praga y trabajó al servicio del Emperador, dejó cuatro extensos tratados de alquimia escritos en checo, fue finalmente encarcelado en la Torre Negra del Hradcany. Igualmente destaca Vaclav Lanvin, médico y autor del Tratado del Cielo Terrenal.

Venidos de otros países: John Dee y Edward Kelley que trabajaron en Praga, Michel Sendivoj, el propio Tycho Brahe, Denis Zachaire, Nicolás Bernaud y los seguidores de Paracelso: Oswald Croll y Martín Ruland.

Merece ser destacado que la obra de Heinrich Khunrath: Amphitheatrum Sapientiae Aeternae fue editada en 1602 con el Privilengio concedido por el Emperador Rodolfo II, en fecha 1 de junio de 1598, fecha en la que estuvo en Praga. Igualmente, Michael Maier estuvo en la corte de Rodolfo II desde 1597 hasta la muerte del Emperador en 1612, en 1608 el Emperador le nombra Conde Palatino, y solicita del Emperador incorporar a sus armas, el emblema hermético de un águila unida por una cadena a un sapo, en honor de Avicena. Tras la muerte de Rodolfo, Maier viaja a Amsterdam y Londres, donde contacta con destacados personajes del mundo hermético, como son Robert Fludd y William Paddy. En 1618 dedica su libro Viatorium a Christian von Anhalt, consejero del Elector Palatino, cuyo médico particular fue el seguidor de Paracelso Oswald Croll. Y en 1619 se convierte en el médico particular del Landgrave Mauricio de Hesse.

Saludos,

Juan Almirall

1 comentario:

Anónimo dijo...

"La escandalosa vida personal del Emperador le llevó a importantes conflictos con Roma. Por otra parte, la amenaza del partido católico encabezado por Matias, obligó a Rodolfo II a firmar en 1909, un Edicto con el que se reconocía oficialmente a la Iglesia de Bohemia." : el 9 de julio de 1609 Rodolfo II firmo' la Carta de Majestad, interpretado como : libertad de religion en Bohemia ya siendo en mayoria protestante.