lunes, 16 de mayo de 2011

EL TESTIMONIO JUDÍO Y FARISEO DE PABLO

1º.- Ante el Tribuno de Jerusalén: "39 Pablo dijo: «Yo soy un judío, de Tarso, ciudadano de una ciudad no oscura de Cilicia. Te ruego que me permitas hablar al pueblo.» 40 Se lo permitió. Pablo, de pie sobre las escaleras, pidió con la mano silencio al pueblo. Y haciéndose un gran silencio, les dirigió la palabra en lengua hebrea. 1 «Hermanos y padres, escuchad la defensa que ahora hago ante vosotros.» 2 Al oír que les hablaba en lengua hebrea guardaron más profundo silencio. Y dijo: 3 «Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel en la exacta observancia de la Ley de nuestros padres; estaba lleno de celo por Dios, como lo estáis todos vosotros el día de hoy." Hechos 21-22. (Gamaliel, gran Rabino fariseo, nieto del Rabino Hillel, doctor de la Ley y miembro destacado del Sanedrín, Jewish Encyclopedia).

2º.- Ante el Sanedrín de Jerusalén: "1 Pablo miró fijamente al Sanedrín y dijo: «Hermanos, yo me he portado con entera buena conciencia ante Dios, hasta este día.» 2 Pero el Sumo Sacerdote Ananías mandó a los que le asistían que le golpeasen en la boca. 3 Entonces Pablo le dijo: «¡Dios te golpeará a ti, pared blanqueada! ¿Tú te sientas para juzgarme conforme la Ley y mandas, violando la Ley, que me golpeen?» 4 Pero los que estaban a su lado le dijeron: «¿Insultas al Sumo Sacerdote de Dios?» 5 Pablo contestó: «No sabía, hermanos, que fuera el Sumo Sacerdote; pues está escrito: No injuriarás al jefe de tu pueblo.» 6 Pablo, dándose cuenta de que una parte eran saduceos y la otra fariseos, gritó en medio del Sanedrín: «Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos; por esperar la resurrección de los muertos se me juzga.» 7 Al decir él esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos y la asamblea se dividió. 8 Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; mientras que los fariseos profesan todo eso. 9 Se levantó, pues, un gran griterío. Se pusieron en pie algunos escribas del partido de los fariseos y se oponían diciendo: «Nosotros no hallamos nada malo en este hombre. ¿Y si acaso le habló algún espíritu o un ángel?» " Hechos 23.

3º.- Ante el Procurador Félix de Cesarea: "10 Entonces el procurador concedió la palabra a Pablo y éste respondió: «Yo sé que desde hace muchos años vienes juzgando a esta nación; por eso con toda confianza voy a exponer mi defensa. 11 Tú mismo lo puedes comprobar: No hace más de doce días que yo subí a Jerusalén en peregrinación. 12 Y ni en el Templo, ni en las sinagogas ni por la ciudad me han encontrado discutiendo con nadie ni alborotando a la gente. 13 Ni pueden tampoco probarte las cosas de que ahora me acusan. 14 «En cambio te confieso que según el Camino, que ellos llaman secta, doy culto al Dios de mis padres, creo en todo lo que se encuentra en la Ley y está escrito en los Profetas 15 y tengo en Dios la misma esperanza que éstos tienen, de que habrá una resurrección, tanto de los justos como de los pecadores. 16 Por eso yo también me esfuerzo por tener constantemente una conciencia limpia ante Dios y ante los hombres. 17 «Al cabo de muchos años he venido a traer limosnas a los de mi nación y a presentar ofrendas. 18 Y me encontraron realizando estas ofrendas en el Templo después de haberme purificado, y no entre tumulto de gente." Hechos 24.

4º.- Ante los Reyes Agripa y Berenice: "2 «Me considero feliz, rey Agripa, al tener que defenderme hoy ante ti de todas las cosas de que me acusan los judíos, 3 principalmente porque tú conoces todas las costumbres y cuestiones de los judíos. Por eso te pido que me escuches pacientemente. 4 «Todos los judíos conocen mi vida desde mi juventud, desde cuando estuve en el seno de mi nación, en Jerusalén. 5 Ellos me conocen de mucho tiempo atrás y si quieren pueden testificar que yo he vivido como fariseo conforme a la secta más estricta de nuestra religión. 6 Y si ahora estoy aquí procesado es por la esperanza que tengo en la Promesa hecha por Dios a nuestros padres, 7 cuyo cumplimiento están esperando nuestras doce tribus en el culto que asiduamente, noche y día, rinden a Dios. Por esta esperanza, oh rey, soy acusado por los judíos. 8 ¿Por qué tenéis vosotros por increíble que Dios resucite a los muertos?" Hechos 26.

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